Pobre Líbano, pobres libaneses
Unos y otros, Hezbolá e Israel, pelean sobre un Estado frágil, casi fallido, pero a nadie parecen importarles los centenares de muertos ni la destrucción del muy maltrecho país
Salvo que uno sea muy pro o anti israelí, resulta difícil entender el sangriento juego que Israel y Hezbolá se traen entre manos en Líbano. Su enfrentamiento de cuatro décadas se ha intensificado desde el brutal ataque terrorista de Hamás de hace un año y la voluntad declarada de la milicia libanesa de respaldar a sus aliados palestinos de Gaza. Sin embargo, ni el único Estado democrático de Oriente Próximo ni el poderoso grupo político-militar chií del país vecino están en condiciones de alcanzar su objetivo. Aun así, no parecen importarles los centenares de muertos y la destrucción del muy maltrecho Líbano.
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