Por qué la Nocilla comunista triunfa en Alemania
La nostalgia es un gran negocio. Tras la caída del muro de Berlín y la reunificación, muchas de las marcas del este desaparecieron, pero ahora destacan en las tiendas de todo el país
Hay una escena en la película Good Bye, Lenin! en la que el protagonista busca desesperadamente la marca de pepinillos favorita de su madre, una mujer de sólidas convicciones comunistas que queda en coma tras sufrir un accidente y despierta después de la caída del muro de Berlín. No queda casi nada de la república socialista: la moneda ya no vale nada, los coches son distintos, se pueden ver otras cadenas de televisión… Hasta la comida es diferente. De un día para otro, los productos de la República Democrática Alemana (RDA) han desaparecido de las estanterías en favor de las marcas de la Alemania capitalista y el resto de Occidente. “¿Pero tú en qué mundo vives? Ahora tenemos marcos alemanes ¿y tú me sales con Mocca-Fix y Filinchen?”, le pregunta incrédula a Alex la dependienta de un supermercado.
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