Resignación y deserción en el primer día del corte de trenes en el corredor sur
El despliegue de una gran flota de autobuses y la búsqueda de opciones alternativas evita el “caos” en el bloqueo de la circulación ferroviaria en Tarragona
El primer día del corte ferroviario que va a paralizar durante cinco meses el tráfico de trenes en el corredor sur ha puesto en evidencia que los planes, a menudo, no salen como se preparan. Ni mejor ni peor. Diferente. Lo resumía un chófer de los 80 autobuses que se han tenido que habilitar para suplir la falta de trenes entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders. “Todo el dispositivo va sobre la marcha, un poco improvisado”. El conductor, de primera pese a que confiesa ser un novato en el oficio, maneja el volante de un mastodonte que ofrece 58 plazas disponibles y que ha iniciado la ruta con solo tres butacas ocupadas. La sensación generalizada es que, quien ha podido, se ha buscado la vida para encontrar alternativas y evitar la incertidumbre que conlleva quedar en manos del parche diseñado por Renfe. El presidente de la compañía, Raül Blanco, ha reconocido que habrá que hacer “ajustes” a medida que se concrete qué demanda tiene el servicio.
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