Rosalía regala ‘Omega’ a Barcelona en una noche para mirar al cielo
El piromusical cerró la Merçè con la cantante catalana y Peret como triunfadores sonoros
Una hora antes ya estaban los prudentes, las precavidas, aquellos que desean evitar alguien muy alto justo delante, por mucho que se haya de mirar hacia arriba, y quienes salen pronto de casa porque hasta disfrutan en el trayecto pensando en lo que les aguarda. Los grupos más organizados hacían círculos en el suelo sentados sobre esterillas mientras la megafonía ambientaba la espera con música de los artistas que habían actuado en las fiestas que estaban a punto de pasar a la historia. Sólo faltaba el Piromusical, lo que todos esperaban mientras por la cola del Paseo María Cristina seguía fluyendo público. El Piromusical, ese elemento común a muchas fiestas patronales que en otros lugares recibe nombres menos pomposos porque no hay más música que la de los estruendosos cohetes. Mientras tanto, el kiosco Antonio, uno de los escasos supervivientes de otras épocas, con sus pipas y caramelos, hacía su agosto en el Paralelo, justo al lado de la multitud, vendiendo refrescos a los turistas. Más que nunca componía una estampa de fiesta popular. La Mercé 2024 tocaba a su fin y Rosalía pondría música a la cohetería.
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