‘Un escándalo muy real’, arrogancia y torpeza de la monarquía británica
La miniserie se centra en el príncipe Andrés y su relación con las mujeres, o dicho de otra manera: la falta de empatía de un descerebrado
Si algo queda claro tras contemplar los tres capítulos de Un escándalo muy real es la condición de parásitos de las familias reales, en este caso la inglesa. Una miniserie que se centra en la figura del príncipe Andrés y su relación con las mujeres, o dicho de otra manera: la falta de empatía de un descerebrado y su incapacidad para entender el mundo. Los monárquicos acérrimos suelen alegar en favor de la institución que garantiza la estabilidad del régimen, se refieren a las monarquías parlamentarias, naturalmente, pero obvian que la mejor garantía de la democracia es la educación de la ciudadanía y unos políticos honestos y opuestos a cualquier demagogia. Las Corinas y los Abascales de turno señalan que el asunto es complejo.
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