¡Un petardo!
Diez toros de cinco hierros distintos protagonizaron una tarde para el olvido en la que Juan de Castilla dio una meritoria vuelta al ruedo
Ha sido la de hoy, domingo, una de esas tardes que hacen afición… al golf. Un petardo. Tres horas de desesperante sopor; salieron por los chiqueros 10 toros —los seis del hierro titular y cuatro sobreros—, de cinco ganaderías distintas —Antonio Bañuelos, Montalvo, Couto de Fornilhos, C. Valiente y Las Ramblas—, y todas ellas suspendieron con muy baja nota por su falta de fuerzas, mansedumbre y definitiva ausencia de casta. La guinda la puso el tercero, de Bañuelos, que se partió una mano en el tercer muletazo de José Fernando Molina y se rompió el posible encanto.
Bañuelos/De Castilla, Fonseca, Molina
Toros de Antonio Bañuelos —devueltos por inválidos el segundo, el cuarto y el quinto—, bien presentados, descarados de pitones, astifinos, muy blandos, mansos y descastados; primer sobrero, de Montalvo, bien presentado y muy deslucido; segundo, de Couto de Fornilhos, cobarde de salida y muy manso; el tercero, de C. Valiente, devuelto por invalidez y sustituido por otro de Las Ramblas, justo de presencia, blando y noble.
Juan de Castilla: buena estocada (ovación); estocada tendida, descabello —aviso— y un descabello (vuelta al ruedo).
Isaac Fonseca: pinchazo, estocada —aviso— (silencio); tres pinchazos —aviso— (silencio).
José Fernando Molina: tres pinchazos y cinco descabellos (silencio); estocada (silencio).
Plaza de Las Ventas. 22 de septiembre. Más de un tercio de entrada: 8.157 espectadores, según la empresa.
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