Viaje a Mariupol y Donetsk tras mil días de guerra: “Queremos paz y tranquilidad”
EL PAÍS entra en zona de Ucrania controlada por Moscú. Las quejas por la mala reconstrucción contrastan con la “liberación” expresada por los prorrusos
Mariupol cayó a finales de mayo de 2022, después de casi tres meses de asedio ruso. Más del 80% de sus casas quedaron destrozadas y miles de civiles murieron en la ofensiva por la ciudad del este de Ucrania. Todavía no se conoce la cifra total de víctimas mortales. Un millar de días tras el inicio de la guerra, miles de obreros llegados de todos los rincones de Rusia reconstruyen la urbe. En las puertas de algunos hogares, agujereados por la metralla y los proyectiles, sigue pintada la advertencia “¡Gente!”, con la que los civiles indicaban que allí se escondían indefensos. Las ruinas del impresionante complejo metalúrgico Azovstal rigen la ciudad. Las autoridades rusas que gobiernan ahora quieren demolerlo para levantar un parque tecnológico, aunque su plan es hacer de la urbe un destino de playa para los rusos. Mariupol tenía antes de la guerra más de 420.000 habitantes. Hoy son muchísimos menos. En algunas calles del centro hierve la vida, otras son un páramo.
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