Abdallah y la odisea de comprar dos baterías que salvan vidas en Gaza
En una Franja devastada, sin electricidad y aislada del mundo, los habitantes, la mayoría desplazados a la fuerza, ingenian sistemas caseros para bombear agua y cargar los móviles, para saber qué ocurre o dónde reparten ayuda. Pero, ¿qué pasa cuando falla una pieza?
El movimiento ante la tienda de campaña de Abdallah Aljazzar es constante. Decenas de vecinos, desplazados como él en la zona de Al Mawasi, en el sur de la franja de Gaza, desfilan desde temprano para cargar gratuitamente su teléfono móvil en alguno de los enchufes que este joven de 24 años y su familia han dispuesto en una sencilla mesa de madera, junto a la entrada. Los vídeos y las fotografías recuerdan a un pequeño locutorio improvisado. “En un día puedo cargar 70 teléfonos”, asegura a este diario este joven, licenciado en Literatura Inglesa en la Universidad Al Azhar, hoy convertida en una montaña de escombros.
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