Alejandro Llano, semblanza de un filósofo de nuestro tiempo
Ejemplo de una bonhomía poco común, el antiguo rector de la Universidad de Navarra resultaba accesible a personas de toda condición
Quienes conozcan a Alejandro Llano por su biografía saben ya muchos detalles de su persona. Pero, por amena que sea su lectura, Olor a hierba seca (2008) no refleja la huella que ha dejado entre quienes lo hemos tenido por maestro o amigo. Ejemplo de una bonhomía poco común, resultaba accesible a personas de toda condición. De esa cualidad tan suya nos beneficiamos especialmente sus colegas en la Universidad de Navarra. Para sus discípulos —y ha tenido muchos— ha sido siempre un referente no solo en el modo de hacer filosofía sino en el modo de reconocerla presente y operativa en los acontecimientos de nuestro tiempo.
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