Casa Cremà: el espacio de Benidorm que le devuelve (casi) todo el poder al pueblo
La artista Marina Sanchis volvió a su ciudad natal para abrir una tienda y taller donde imagina piezas artísticas y ‘souvenirs’ del pueblo que se esconde tras el turismo masivo
Marina Sanchis (Benidorm, 29 años) vivía en Madrid el día en que recibió un wasap de su padre en el que consultaba —a ella y a su hermano— si debía ejecutar la venta de un piso y un bajo propiedad de la familia en Benidorm. Era 2012. La resaca de la crisis inmobiliaria golpeaba fuerte y ella empezaba a estudiar diseño en la Universidad Complutense. El “sí” fue tan atronador que las dos propiedades se vendieron sin una molécula de morriña. La siguiente década transcurrió entre Madrid, Galway y Berlín, combinando dirección de arte en grandes agencias de publicidad, trabajos de ilustración y proyectos de arte visual.
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