Choque de legitimidad: los sindicatos reclaman respeto a sus acuerdos y parte del legislativo se revuelve
El rechazo de los nacionalistas de izquierdas y el PP a la reforma de pensiones, pactada por Gobierno, sindicatos y patronales, trasluce un debate de fondo, de soberanía en políticas laborales y de estrategia política y sindical
El equilibrio de mayorías en el Congreso hace sufrir al Gobierno en muchas votaciones parlamentarias, y a encajar más de una derrota. Ese es el destino que ahora se cierne sobre la última parte de la reforma de pensiones si no cambian las posiciones anunciadas por los socios nacionalistas de izquierdas y también por el PP. Los primeros han protagonizado esta semana un choque con los sindicatos que refrendan el acuerdo. Lo dejó patente ya el lunes el diputado de ERC Jordi Salvador: “Vemos la intención de hurtar al legislativo el derecho de discutir. ¿No podemos opinar del modelo laboral y de pensiones?”, aseguró. Y en términos parecidos se expresaron representantes de Bildu o del BNG, cuyo diputado Néstor Rego criticó que “se sacralice lo que se acuerde en el diálogo social”. El debate que plantean va más allá de las pensiones. Es más profundo: ¿deben los grupos políticos aceptar sin más los acuerdos que alcanzan sindicatos y patronales? ¿cuánto margen hay para modificar esos acuerdos en el debate legislativo?
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