Cuatro consejos para gestionar los nervios y la inseguridad de niños y adolescentes en las primeras semanas de curso
La vuelta al cole se hace un poco cuesta arriba y los menores se pueden mostrar irascibles. Para evitar que eso derive en conflictos en el hogar, los padres deben estar presentes y escuchar a sus hijos para que la adaptación, que afecta a grandes y pequeños, sea la mejor posible
Tan solo hace unos días que ha empezado el nuevo curso y parece que las familias hayan olvidado ya qué es eso de vivir sin prisas. Atrás quedan los días de vacaciones en los que había tiempo de disfrutar de los amigos y la familia, de conocer lugares nuevos, probar nuevas experiencias y pasar tiempo de calidad entre padres e hijos, sin apenas obligaciones. La vuelta a las aulas supone para grandes y pequeños recuperar las rutinas y las responsabilidades. Tener que madrugar e irse a la cama lo más pronto posible para poder descansar lo suficiente para ir a clase y, luego, a las extraescolares. Un ritmo frenético que atrapa a toda la casa y puede llenar la convivencia de enfados y reproches, pues las emociones están a flor de piel y cualquier pequeña desavenencia puede crear un conflicto en el hogar.
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