El autoestigma en la enfermedad mental: cuando el paciente interioriza los estereotipos
Hacer propias las falsas creencias sobre los trastornos mentales agrava los síntomas y dificulta la recuperación. Los expertos recomiendan salir del armario y valorar el esfuerzo de afrontar el día a día con un obstáculo añadido
Tras su primer ingreso psiquiátrico, Francisco Rubio, activista contra el estigma en salud mental y presidente de la asociación catalana Obertament, volvió a casa pensando que era un fracasado. Dio por hecho que su proyecto vital se había ido al traste. Se sintió “abrumado, mucho más que por cualquier otra experiencia previa”, confiesa. Afloró el autoflagelo y la indefensión. Su mente empezó a reproducir en bucle ideas preconcebidas que había ido asimilando antes de que un brote psicótico le llevara al hospital. Y se tragó de golpe un ramillete de estereotipos. Altas dosis de masculinidad tóxica echaron más leña al fuego. “Me sentía un hombre débil, me repetía que no valía para nada y que lo mejor que podía hacer era quitarme de en medio”, admite.
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