El tiroteo en las Tres Mil Viviendas: la violencia agrava la situación de un barrio que acusa la exclusión social
El alcalde de Sevilla demanda más presencia policial para atajar los problemas de narcotráfico, mientras el Gobierno y muchos vecinos creen que hay que atender a la vertiente social y de servicios públicos
Los tiroteos no son inusuales en las Tres Mil Viviendas, la barriada sevillana más pobre de España. Tanto es así, que cuando ocurren apenas suscitan reacciones por parte de las autoridades. Pasó el pasado mes de junio, cuando dos personas fallecieron en una disputa en la que se utilizaron armas de fuego y blancas. Se trataba de una reyerta familiar y además la escena no fue grabada en vídeo ni difundida por redes sociales. Entonces el alcalde, el popular José Luis Sanz, no achacó el episodio a la falta de policías nacionales en la ciudad. Las ráfagas compatibles de un arma de asalto que taladraron la noche del Polígono Sur el pasado fin de semana y que rápidamente se hicieron virales sí parecen haber significado un punto de inflexión. El regidor ha puesto estos días la seguridad en el epicentro de las medidas para atajar el incremento de la violencia provocado por la expansión de los narcopisos en esa barriada, llegando a demandar del Gobierno “un planning de redadas” policiales. El subdelegado del Gobierno, sin embargo, ha insistido en que la situación en las Tres Mil Viviendas no puede circunscribirse solo a un problema de seguridad ciudadana y que hay que abordar simultáneamente asuntos como el desempleo, la remodelación urbanística o el fracaso escolar.
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