Guardianes de la química doméstica y los olores de antes
Aún sobreviven droguerías con más de un siglo de historia por toda España. Testigos de otro tiempo, cuando elaboraban sus propias fórmulas en la trastienda, hoy se diferencian por su consejo experto y por vender insólitos productos que solo ellos tienen
Josep Boter recuerda que, cuando era pequeño, muchos vecinos de Badalona (Barcelona) acudían a la droguería de su abuelo con un cubo para que se lo llenasen de la pintura especial que elaboraban en la trastienda. Una pintura fabricada con tan solo cuatro ingredientes: “Almidón de maíz, sosa cáustica, agua y un pigmento que normalmente era algún tipo de tierra”, rememora Boter, de 62 años, ahora al frente del negocio que fundó su abuelo en 1924. Paz Encinas servía a sus vecinos de Salamanca lejía a granel como quien despachaba jabón o colonia, sin más protección que un mandil. “Hoy sería impensable manipularla sin guantes ni gafas”, expresa esta mujer de 92 años, que aún se levanta cada mañana para vender detergentes, semillas y perfumes en La Cibeles, su casi centenario comercio del centro de la ciudad.
Redacción
Javier A. Fernández
Coordinación de redacción:
Francis Pachá y Juan Antonio Carbajo
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María José Durán
Desarrollo:
Rodolfo Mata
Fotografía:
Casa de los Cinco Gremios Mayores: Asqueladd, Wikimedia Commons, CC-BY-SA 3.0 License.
Agradecimientos:
Los farmacéuticos en el reinado de los Reyes Católicos, Bernardino Rojo González; La botica árabe en el reinado de Alfonso X el sabio (1252-1284), Paloma Ruiz Vega, académica de número de la Real Academia de Ciencias, Letras y Artes de Jerez de la Frontera (Cádiz).
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