Las mujeres jóvenes marcan el paso del feminismo: “Ahora identifican la violencia desde su libertad sexual”
El ‘caso Errejón’ muestra cómo las políticas para poner el consentimiento en el centro de las relaciones han calado en una generación que avanza más rápido que las estructuras de poder tradicionales
“Su forma de tener sexo te marca y no lo olvidas jamás. Es una forma de ejercer poder, no es sexo. Como si se estuviera masturbando con tu cuerpo. Te pide hacer prácticas humillantes y cuando te niegas, te monta números”. Hace unos años, muchos no hubieran visto machismo y cosificación en este relato de una mujer publicado en Instagram este martes en la cuenta de la periodista y escritora Cristina Fallarás. Otros quizá no entenderían como agresión sexual esta otra, presentada a la policía este jueves también contra Iñigo Errejón, el exdiputado de Sumar. “La agarró fuertemente del brazo y la llevó por la fuerza (...) hasta introducirla en el interior de una habitación de la casa”. Una vez dentro, “cerró con pestillo la puerta (...) comenzando a besar y a tocar a la dicente por distintas partes del cuerpo, sobre todo la zona de los pechos y de los glúteos [...] sin el consentimiento de la declarante”.
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