Una sábana, un chaleco salvavidas: cuando tienes que escapar de tu país con lo puesto
Una exposición en el Museo del Traje reconstruye historias de personas migrantes a través de indumentarias y objetos que usaron en su huida
Micheline Amboma tuvo que huir de la República Democrática del Congo hace 15 años después de que un grupo de milicianos asesinase a su esposo y la mantuviera secuestrada durante dos semanas. En aquel momento estaba embarazada. “Salí con lo puesto”, recuerda. Emprendió así una larga odisea de dos años, a lo largo de la cual nació su hija, hasta que por fin pudo instalarse en España. Durante su viaje usaba sábanas como ropa mientras lavaba la única prenda que llevaba. No pudo conservar ningún objeto o documento de su vida anterior: lo perdió todo en el mar. “Fue muy difícil —cuenta—. No tenía documentos y tuve que pagar para cruzar fronteras en países donde ni siquiera entendía el idioma. La gente se aprovechaba de mí por no tener papeles ni poder comunicarme. No me sentía humana”, rememora. A pesar de las dificultades, Micheline consiguió llegar a España, donde sigue viviendo con su hija, que ahora tiene 17 años.
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