Los cocineros más ‘cool’ de Nueva York no tienen restaurante y dan de comer en paz a buen precio
La iniciativa de los cocineros israelíes Loren Abramovitch y Daniel Soskolne se basa en respetar los ingredientes y evitar la parafernalia, manteniendo un precio más que razonable para los estándares neoyorquinos. Se ha corrido la voz y la gente abarrota sus eventos
En medio de la jungla de experiencias gastronómicas pop up de Nueva York, donde suele ser más que probable que a uno le den gato por liebre, una se ha ido poco a poco estableciendo como un auténtico must para el neoyorquino con olfato para las tendencias. Es LEV, la iniciativa de dos cocineros israelíes, Loren Abramovitch y Daniel Soskolne, a los que hay que seguir por Instagram (@lev.nyc) para cazar uno de sus cada vez más cotizados eventos. Tras haber hecho actos en Marruecos y en Jamaica, en el campo y en la ciudad, fueron fichados como cocineros residentes de The Hancock, una mansión del siglo XIX en medio de Brooklyn, con sus chimeneas, sus artesonados de madera y su jardín trasero, que en los últimos años se ha convertido en todo un centro cultural que la revista Rolling Stone equiparó al Hotel Chelsea en la era de Bob Dylan o a The Factory en la era de Andy Warhol.
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