Los niños de la guerra atascados en la crisis canaria: “Me secuestraron para matar”
Los refugiados aumentan entre los más de 5.000 menores acogidos en las islas, pero faltan recursos estatales para que logren pedir asilo
Al traductor le cuesta procesar lo que un adolescente maliense de 17 años acaba de contar. A pesar de llevar un año trabajando en un centro de menores de Tenerife, el trasiego del día a día le deja poco tiempo para sentarse a hablar con los chicos. Pero este jueves ha acabado formando parte de una cadena de intérpretes del bambara al francés y del francés al español. “No me imaginaba que esto pasaba”, confiesa el traductor senegalés. Frente a él, Silemane, con sus cascos verde pistacho alrededor del cuello y su bermuda manchada de lejía, vivió seis meses como niño soldado, reclutado a la fuerza por yihadistas antes de tomar un cayuco hacia las islas Canarias. “Me secuestraron en mi pueblo junto a otros chicos. Nos forzaban a limpiar, a cortar leña… Y a matar”, cuenta Silemane con los puños apretados. “Nos daban machetes para pelearnos entre nosotros. Al que se negaba, lo asesinaban. Perdí a varios amigos así, yo mismo quise acabar muerto muchas veces”.
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