No gritar y ponerse en su lugar: trucos para que tu hijo adolescente controle su ira
El miedo a situaciones desconocidas, el estrés, los cambios hormonales y la reafirmación de la personalidad son algunas de las razones que hacen a los jóvenes más vulnerables a esta emoción. Pero para ayudarles a gestionar los ataques de ira hay que esperar a que terminen
Desde que los niños comienzan con la etapa de las rabietas, a los padres les queda claro que la ira de sus hijos es una emoción a la que se van a enfrentar a menudo. Y aunque la ira, como apunta Natalia Ortega, psicóloga en Activa Psicología, “aparece en la primera infancia ante situaciones de mal manejo de la frustración, en la etapa en la que precisamente tratamos de enseñarles a tolerarla”, es durante la adolescencia cuando se hace más evidente y más frecuente. Entre otras razones, Ortega destaca los cambios hormonales, la reafirmación de su personalidad o los continuos cambios de humor que sufren. Todo ello les hace “más vulnerables a tener estallidos de ira”.
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