No salimos de pobres
Desengáñense: aquí no hemos venido a pasarlo en grande; aquí hemos venido a sobrevivir como se pueda
El optimismo es un error; la esperanza, también: diga lo que diga Byung-Chul Han, cuanta más esperanza tienes, más desdichado eres, porque más decepciones te llevas; y a la inversa: el secreto de una vida feliz consiste en no esperar nada de nada ni de nadie. He ahí una verdad que los sabios han sabido desde siempre, y que Ricardo Reis formuló así a principios del siglo XX: “Quien nada espera/ cuanto le depare el día/ por poco que sea/ será mucho”. Esto explica que nosotros los optimistas, tan ilusos como para creer que hemos venido a este mundo a pasarlo en grande o que no vivimos en un país de bárbaros, llevemos una vida amarga.
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