Salvados de las deudas gracias a la segunda oportunidad: “Durante 10 años mi vida fue un infierno”
Las solicitudes para acogerse a este procedimiento que ayuda a las personas en situación de insolvencia a renegociar las deudas se disparan desde la reforma de 2022
“Durante 10 años mi vida fue un infierno”, zanja Mario (nombre ficticio). La sociedad de la que era administrador quebró a raíz la crisis financiera y le dejó una deuda de más de 600.000 euros a la que no podía hacer frente. “Mi empresa facturaba más de seis millones al año. Pasé de vivir en muy buenas condiciones económicas a no tener nada”. Y no fue solo eso: tras el cierre de su actividad, empezaron a acumularse los procedimientos de ejecución de distintas entidades que ordenaron el embargo de sus bienes y derechos para satisfacer las deudas que quedaban pendientes. “Era avalista de una buena parte de las deudas de la sociedad y tenía que responder con su patrimonio personal. Iba a pagar toda su vida”, dice Irene Deus, la abogada del Vento Abogados & Asesores que ha llevado su caso ante el juzgado para que pudiera beneficiarse de la ley de segunda oportunidad, un mecanismo que permite a personas físicas y autónomos la cancelación, bajo ciertos requisitos, de los pasivos que se han quedado sin pagar. Y a la que cada vez más ciudadanos se están acogiendo.
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