Truman Capote, el niño que salió de casa por la puerta principal
El autor de ‘A sangre fría’ marcó la literatura de no ficción y logró conectar con la violencia inexplicable que asola EE UU, pero sobre todo dejó el mito de una persona destruida por el personaje. Este lunes se cumple el centenario de su nacimiento
Hablar de Truman Capote es comenzar una conversación de múltiples dimensiones, de muchas capas, que incluye hablar de un crimen tremendo (el asesinato de la familia Clutter), de una novela inaugural (A sangre fría) y de un escritor cuya leyenda crece probablemente aún más que su consideración literaria. El autor nacido hace ahora un siglo en Nueva Orleans (Luisiana) y muerto hace 40 años en un estado muy penoso dejó huella en la literatura con obras como Desayuno en Tyffany’s, Otras voces, otros ámbitos o Plegarias atendidas (todas en Anagrama), pero sobre todo legó el mito de su audacia y su autodestrucción, el yin y el yang de la creación, engrandecido por películas como la que protagonizó Philip Seymour Hoffman en 2005, el documental The Capote Tapes o la serie Feud.
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