Venezuela y Repsol, obligados a entenderse
La tensión entre países no afecta a la relación entre Caracas y la petrolera española. PDVSA necesita socios para explotar sus reservas
Que la tensión y el creciente ruido político y diplomático no afecte a los negocios. Esa parece ser la máxima en la relación entre el Gobierno venezolano y Repsol. Así ha quedado patente en los últimos días, en los que —ajenas a la escalada diplomática— la joint venture entre la española y la estatal PDVSA ha seguido su curso sin mayores contratiempos. Caracas ha hecho gestos para tratar de reasegurar una relación que, a día de hoy, parece a prueba de crisis diplomáticas y guerras de declaraciones.
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