Votar con el bolsillo: la inflación también se cuela en las urnas
Más de la mitad de los estadounidenses cree que su situación económica es peor que hace cuatro años y se muestra pesimista ante el futuro. El malestar de votantes demócratas tradicionales puede favorecer a Trump
El bullicioso optimismo que se respira en el Centro de Campaña para la Victoria Demócrata al norte de Manhattan, uno de los muchos locales del partido diseminados por el país con ese nombre, desaparece al pronunciarse la palabra inflación. La mayoría de los estadounidenses siente que su economía está peor que hace cuatro años, y el último índice de confianza económica que establece mensualmente Gallup la sitúa 26 puntos por debajo de cero. El indicador resume tanto la coyuntura actual, en comparación con los comicios de 2020, como las perspectivas de futuro, y el 52% de los encuestados dicen ser muy o bastante pesimistas al respecto. Su malestar, y teórico caudal de votos para Donald Trump, tiene un nombre: inflación. La subida de los precios que siguió a la pandemia hasta alcanzar el IPC un 9,1% en junio de 2022 —hoy está cerca del objetivo del 2% de la Reserva Federal— ha dejado en los estantes de los supermercados y las rentas de los inquilinos una obstinada huella.
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