Edmundo González: perseguido en Caracas, manoseado en Madrid
La victoria del opositor venezolano ha consistido de momento en marcharse y convertirse en saco de boxeo para los demás
Todo político venezolano de la oposición sabe que ha elegido una profesión de alto riesgo: posible cárcel, segura persecución, difamación y exilio han acompañado a quienes se han atrevido y logrado alcanzar una cierta forma de victoria, la única posible en una dictadura donde solo puede vencer ¡sorpresa! el presidente. Lo que no esperaba seguramente el líder opositor actual es sumar a todo lo anterior una aberrante colección de miserias en las que participa el Partido Popular, además del propio régimen.
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