Hasan Nasralá, el clérigo que elevó a Hezbolá a la arena política
El líder del partido-milicia libanés propició que la organización lograra una importante cuota de poder en las instituciones y no dudó en amenazar con las armas para bloquear potenciales decisiones contra sus intereses
El turbante negro que, para los chiíes, indica la pertenencia de un clérigo al linaje de Mahoma ceñía la frente de Hasan Nasralá, el secretario general del partido-milicia chií libanés Hezbolá, asesinado este viernes por el ejército israelí, en un bombardeo a las afueras de Beirut. Entre los suyos, era considerado un sayyed, el tratamiento que conlleva ese honor y con el que se referían a él muchos chiíes. En los entierros de los mártires su rostro estaba tan presente como las banderas amarillas de Hezbolá y el famoso cántico “¡Responderemos a tu llamado, oh Husein [el nieto de Mahoma venerado en el islam chií]!” se transformaba en “¡Responderemos a tu llamado, oh Nasralá!”. Su rostro era sinónimo de terrorismo en Occidente, de infamia para los libaneses que le acusaban de secuestrar al Estado y de dignidad para aquellos suníes en el mundo árabe que detestan a Irán tanto como aplauden que una milicia haga frente a Israel mientras bombardea Gaza.
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