Los leopardos de Trump nos van a comer la cara
La historia de 2016 se repite: ya tenemos aquí los lamentos y los análisis tras la derrota demócrata y, cómo no, a los primeros arrepentidos de su voto
Tras la reelección en diferido de Donald Trump, estamos sufriendo los mismos debates y reacciones que ya vivimos en 2016. Es como ver un remake cutre de una película que ni siquiera nos gustó. Por ejemplo, ya hemos vuelto a ese momento en el que los analistas políticos intentan entender y explicar cómo ha ganado Trump, más o menos con las mismas preguntas que hace ocho años: ¿los demócratas han abandonado a la clase trabajadora? ¿Deberían olvidarse de los asuntos identitarios y de género? ¿Deberían girar al centro? ¿Deberían girar a la izquierda? ¿Qué influencia han tenido las redes sociales? ¿Y Vladímir Putin? ¿Necesitaban otro candidato? ¿Otro eslogan? ¿Una gorra llamativa, quizás con una hélice?
¿Cuál es tu reacción?