Pollo frito: cinco formas de cocinarlo y todos los trucos para que quede perfecto
Con o sin rebozado, más o menos fino o crujiente y con distintas marinadas, te enseñamos a prepararlo de varias maneras diferentes de aquí y allá
Si hay algo que es universal, inmediato, rápido, fácil y económico, es el pan. Pero luego está el pollo frito: allá donde vayas lo encontrarás, y es cierto que el pollo está rico lo cocines como lo cocines. Muy mal tienes que hacerlo para que salga malo, no será porque no hayamos contado cómo conseguir unas pechugas perfectas. Pero frito tiene todo lo bueno de esta carne –que queda jugosa y aguanta un montón de cocciones distintas–, pero rebozado y crujiente. Vamos, un win win. Que sea la carne de animal más económica incrementa su popularidad, convirtiendo el pollo frito en uno de los platos más consumidos a lo largo del mundo (las grandes cadenas de comida rápida tienen también mucho que ver en este aspecto).
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