República Dominicana, un pequeño laboratorio para experimentar soluciones frente al sargazo
Las paradisíacas playas del Caribe se ven afectadas desde hace casi 15 años por esta alga que afecta al turismo y a los ecosistemas marinos. El país caribeño busca soluciones para afrontar esta crisis ambiental y convertirla en una oportunidad para el desarrollo sostenible
Son las seis de la mañana de un domingo en la playa de Macao, en el noreste de República Dominicana. Una excavadora entierra el sargazo maloliente antes de que lleguen los primeros turistas que escaparon del calor urbano de Santo Domingo para disfrutar del mar Caribe. Mientras tanto, a 30 kilómetros de allí, en el lujoso complejo de resorts todo incluido de Punta Cana, una barcaza con dos redes, pagada por los empresarios hoteleros, recorre los parches de sargazos que se encuentran cercados por barreras antialgas, manteniendo así la clásica postal tropical de aguas cristalinas y playas blancas.
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