‘Ritual’, de Jon Hopkins: no hay nada más punk que prestar atención
El nuevo álbum del británico genera un camino ascendente en el que la música potencia su capacidad lisérgica para propiciar la experiencia de un viaje mental
Antes de que su popularidad diera un salto exponencial con Inmunity (2013), Jon Hopkins era ese prometedor ingeniero de sonido que trabajaba con Brian Eno. Otro de esos talentos salidos del estudio de un músico con un ojo asombroso para encontrar colaboradores. Inmunity era un disco colosal, con un pie en el techno lisérgico y otro en el ambient. Música digital con alma orgánica. Ambient para bailar con los ojos cerrados y los puñitos apretados. Un disco que combinaba sus tres facetas: el club kid amante de las pistas abarrotadas, el chico solitario que pasaba las noches componiendo en su habitación y el geniecillo de estudio preocupado por el mínimo detalle de una grabación.
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