Sevilla despliega 1.900 contenedores de basura orgánica pero el compost obtenido está contaminado
Los vecinos arrojan todo tipo de restos impropios con metales pesados, incluidas bicicletas. El Ayuntamiento lanzará nuevas campañas de concienciación tras la instalación de los depósitos en las calles
En las calles de Sevilla han brotado este verano 1.900 contenedores marrones para los residuos orgánicos -restos de comida o de jardín-. Con años de retraso respecto a otras capitales, la andaluza ha hecho por fin los deberes para intentar lograr un compost que se reutilice en la agricultura y reverdecer la economía circular con más reciclaje. Sin embargo, el objetivo se incumple cada día porque los metales pesados como plomo, zinc o mercurio que tienen otros restos arrojados al quinto contenedor contaminan los desechos orgánicos hasta inutilizarlos.
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