Canibalismo “por amor” en una cueva del Neolítico de Alicante
La excavación de la Cova del Randero de Pedreguer revela marcas de manipulación y dentelladas humanas en los huesos de dos niños en lo que podría ser un ritual funerario
La Cova del Randero de Pedreguer (Alicante, 8.558 habitantes) se utilizó hace unos 6.000 años, durante el Neolítico, como sede de la carnicería de la zona. Durante siglos, allí se asentaban pastores que cuidaban del ganado, lo manipulaban y comerciaban con la carne, según desvelan los restos de material cerámico, de utensilios de sílex y de huesos de fauna encontrados en una de sus salas. Pero el hallazgo en 2018 de una mandíbula humana, de un niño de entre 6 o 7 años, centró la mirada de los especialistas. Mostraba signos de que había sido procesado de igual forma que cualquier pieza de las ovejas y cabras que servían de alimento habitual. Y, además, presentaba marcas de dentelladas humanas. En 2021 afloró el cúbito de un recién nacido que presentaba las mismas señales de lo que parece ser un ritual funerario de canibalismo en el que no aparecen signos de violencia y que, según los investigadores, podría constituir un caso único en España.
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