Carlos Mazón elige un camino rural, lejos del núcleo urbano de Utiel, para regresar a la zona cero al cumplirse un mes de la dana
El presidente de la Generalitat se justifica por no haber planteado un tributo a las víctimas por el mes de la dana: “Nuestro mejor homenaje es nuestro trabajo y sudor”
Conforme el coche avanzaba entre trompicones hacia el punto de encuentro, un puente dañado de un camino rural, más se alejaba el núcleo urbano de Utiel, la primera población en padecer el castigo de la dana del 29 de octubre. Allí, entre campos de viñedos delimitados por pinos y carracas, con el olor de la tierra mojada y sin vecinos a la vista, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, había convocado este viernes sobre el mediodía a los medios de comunicación a una visita a las obras de restauración de una vía agraria, coincidiendo con el mes que se cumple de la mayor catástrofe del siglo en España, que ha causado 222 muertos y por ahora cuatro desaparecidos. Posteriormente, en el Ayuntamiento se ha mantenido un minuto de silencio por las seis víctimas mortales localizadas en la población valenciana. Mazón, advertido o no del acto, ya se había ido.
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