Kamala Harris es la última oportunidad del globalismo
Es preciso corregir el rumbo de ese progresismo con aspiraciones globales si pretende tener opciones frente a la ola nacionalpopulista
“El americanismo, no el globalismo, será nuestro credo”. Lo que Donald Trump proclamó en la Convención Republicana de julio de 2016 continuará marcando las elecciones del 5 noviembre y el nuevo ciclo político norteamericano. Mucha gente está convencida de que el juego consiste en unos verdaderos patriotas del pueblo enfrentándose a los intereses espúreos de unas élites internacionalistas y progres. Esta caricatura ha hecho fortuna en Estados Unidos y en los “partidos de la libertad” europeos de extrema derecha.
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