Tiempo, para de una vez, nos haces daño: el adiós de Niños Mutantes después de 30 años de trayectoria
El grupo granadino se despide hoy con un concierto en su ciudad tras una trayectoria de 12 discos de gran hondura social y poética, pero sin calado suficiente entre el gran público
Reiteran estos días los cuatro miembros de Niños Mutantes que a los últimos conciertos que ofrecerán como banda, después de 30 años ejemplares y nada rimbombantes, “conviene llegar llorados de casa”. Pero ellos parecen ser los primeros en infringir su propia norma. Le sucedió a Nani Castañeda, el batería, que durante el concierto de octubre en Bilbao se sintió tan apesadumbrado que pifió el ritmo de “seis o siete canciones”, casi como si hablásemos de un principiante. O al bajista Migue Haro, acaso el más cariacontecido en el cuarteto por la disolución, al que le invadió tal sensación de desamparo tras bajarse del escenario que corrió al encuentro de Juan Alberto Martínez, cantante y compositor principal, porque “necesitaba con urgencia consuelo y un abrazo fuerte”.
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