La condena por prevaricar de Rafael Louzán somete a un examen de conciencia a los barones de la RFEF y al fútbol español
El presidente del CSD, Rodríguez Uribes, es tajante: “No puede presentarse nadie que esté inhabilitado judicialmente”
La negativa de Rafael Louzán a abandonar su propósito de presidir la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al estar condenado a siete años de inhabilitación para ocupar un cargo público por prevaricar ha desembocado en un oscuro juego electoral y en un examen de conciencia entre los presidentes de las territoriales para conceder avales. Algunos barones le han comunicado a Louzán que ni le avalarán ni le votarán, pero la gran mayoría le apoyan pese a los riesgos reputacionales que corre el fútbol español si el gallego mantiene su intención de ocupar la poltrona federativa.
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