No me apetece luchar contra el fascismo mientras espero al autobús
Las redes sociales son la vida real, pero también tienen mucho de simulacro y de disfraz de Mortadelo
¿Hace falta luchar contra el fascismo mientras esperamos al autobús? Entiendo que se puede, por qué no, pero ¿es necesario, o podemos leer chistes, memes y ocurrencias? Esta duda viene por el debate entre la izquierda sobre si es buena idea dejar Twitter (que ahora se llama X, pero que nadie llama X) tras haber sido colonizada por la derecha conspiranoica protrumpista, o si hay que quedarse y resistir para no ceder ese espacio a los ultras. Además de eso, desde la derecha, no solo la ultra, se recrimina a los progres que no sepan enfrentarse a las discusiones políticas y que hayan salido corriendo a redes como Bluesky a darse la razón los unos a los otros.
¿Cuál es tu reacción?