Pautas para acoger a un niño de manera satisfactoria
Para favorecer que la experiencia del acogimiento de un niño o adolescente sea positiva para todas las personas que conforman la familia, debe haber centros que promuevan las relaciones saludables, desde un enfoque comunitario de cercanía y acompañamiento
El acogimiento es un modelo impregnado de generosidad, buenos tratos y respeto sincero por el niño, niña o adolescente y su familia de origen. Es, también, para muchas familias de acogida un proyecto que les convierte en una unidad más compleja, bella y mejor. Pero, como en todas las experiencias importantes en la vida, pueden aparecer dificultades a lo largo del acogimiento. Para el niño o niña ser acogido es como viajar de una galaxia a otra. Ellos quieren que los conozcan, pero al mismo tiempo pueden sentir miedo de no ser aceptados/as. A menudo se preguntan, ¿qué pasa si no me quieren? ¿Vale la pena el esfuerzo si en esta galaxia también estoy de paso? Por su lado, la familia con sus expectativas acoge llena de ilusión y amor. Aunque reciben con entusiasmo al nuevo integrante, puede ocurrir que este se sienta más inseguro que de costumbre. No hay que olvidar que las personas menores de edad acogidas cargan con su propia mochila de miedos fruto de las experiencias vividas y que, además, el conflicto de lealtades que sienten entre su familia de origen y la acogedora puede pesar tanto que no consigan vivir el acogimiento en plenitud.
Cuento: 'Dos galaxias para un planeta"
TERNURA es un planeta que ha vivido en dos galaxias diferentes. Nació en una de la que aún guarda en su corazón planetas muy especiales. No todos los recuerdos de esa época son perfectos, pero rememora a cada uno de los ellos y tienen un hueco en su corazón planetario.
Pensaba que las cosas nuevas podían ser peligrosas y no le daba ninguna seguridad un cambio de galaxia tan grande. Tuvo la oportunidad de vivir con otros dos planetas que le cuidaron y mimaron. Hubo ratos agradables entre los tres, pero según fue pasando el tiempo y TERNURA también fue creciendo, aparecieron dificultades que no permitían que viviera en ARMONÍA.
TERNURA seguía siendo bueno, pero no siempre hacía las cosas como se esperaban de él. Estaba creciendo y cuando un planeta crece no siempre acierta a hacer lo correcto.
Fue todo un trabajo INTEGRAR las dos galaxias en el gran corazón de TERNURA y consiguió no sentirse mal por querer a los planetas que habitaban ambas.
Sentía que pertenecía a dos galaxias muy diferentes entre sí, pero muy importantes para él: una, le había dado su forma redondeada y sus resistentes materiales; y la otra, le había impregnado de matices suaves y brillantes que se notaban en su manera de girar alrededor de los astros.
Se sentía ÚNICO y ESPECIAL, tan bello y fuerte que podría viajar por todas las galaxias, seguro de ser un PLANETA GENIAL.
*Cuento de Marta para Cris, de 10 años y en acogimiento familiar.
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